domingo, 30 de septiembre de 2012

Y LA ENTRADA DEL MES ES.... ¡¡¡CARÁCTER LATINO 2012!!!

Al final se ha llevado el gato al agua  CARÁCTER LATINO 2012. Una entrada cargada de humor sobre nuestra forma de ser que es descubierta de casualidad por unos cuantos desarrapados que buscaban descargarse el disco que acaba de salir. Que yo lo sé todo.
Pero no importa. Y si vienen abre tu paraguas porque ya sabes que se van a llevar el gato al agua, que cantaba Queco hace unos añitos.
Un fuerte aplauso para CARÁCTER LATINO 2012




El Carácter Latino ya no está de moda, ahora está demodé. Este año se harán versiones de "El Rock de la cárcel" "Devuélveme las llaves de la moto" "Al carajo, al carajo" y "Eva María se fue a tomar el sol en la playa" 
Melendi remasterizará "Quisiera yo saber" sobre Bankia y temas relacionados con política y construcción.



Pero no nos engañemos. No hemos llegado a esta situación por un mal año. Nuestro Carácter Latino llegó el mismo día que nos identificamos con el imperio romano, con su Dios Baco y con su forma amable de ver la vida. En el sur la vida se ve diferente y la actual caída de la bolsa es similar a la caída del imperio romano: se veía venir. Pero nos encanta vivir como la cigarra y tocar la guitarra. Soñamos con no hacer ná y que nos toque la lotería. El éxito del gran hermano es eso: como ganar dinero rascándose el cayetano. De hecho, el gran imperio romano cayó porque hicieron una gran urbanización cerca de Córdoba, creo que Hispalis, y luego no había quien aguantara a los hispalanos.
Menos mal que llegaron los árabes y nos hicieron un par de mezquitas y una Alhambra Etiqueta Negra. Y la Giralda, en la mismísima Hispalis. Pero torres más altas han caído y 700 años después otra vez el carácter latino se adueñó del mapa y hasta lo extendió allende nuestras fronteras.



Y ahí está la fuerza del latino: en vender humo y en convencerte de que vale más un mechero que 14 kilos de oro. Nos hicimos inmensamente ricos pero a los latinos el dinero igual que entra sale. Más o menos lo que a ti y a mi nos pasa con la cerveza pero en monedas. Cuando ya éramos otra vez más pobres que las ratas y haber dilapidado el oro ajeno, el carácter latino sigue siendo presuntuoso. Eran famosos los hidalgos que aunque no tenían nada para comer salían con un mondadientes a la calle. Porque el carácter latino no solo es estúpido, también es aparentón. Tras una época corta de esplendor pasamos doscientos años pagando los platos rotos de los dineros que nos manejaban los banqueros europeos.



Y así llegamos al siglo XIX. De este siglo no hace falta que escriba nada porque ya Galdós se encargó de escribir en sus novelas todo lo que aquí estoy diciendo. Todas sus novelas están llenas de personajes que no tienen nada que llevarse a la mesa pero que encargan fastuosos trajes porque la apariencia aquí es lo que importa. Nos prostituimos por parecer lo que no somos.
El desastre del 98 fue porque fuimos a darles un repasito a los americanitos esos y el repaso nos lo dieron ellos. 
Ya más reciente, en 1992, salió a la luz de nuevo el carácter latino porque en lugar de aprovechar el tirón de unas olimpiadas y una expo nos subimos a la parra y nos quedamos comiendo uvas.
Nuestro carácter latino se volvió a ver otra vez cuando ya asomaba la sombra de una gran burbuja y sin embargo escuchamos a nuestro presidente decir que habíamos superado a Italia y que íbamos por Francia.
Hoy, con la bolsa por los suelos pero con la prima de riesgo bien alta, como nuestra autoestima, podemos comprobar que seguimos teniendo ese carácter latino de engaño y timador. Los balances de los bancos eran inventados, maquillados, manipulados y los beneficios repartidos.
Hoy, con el drama de casi seis millones de parados, la picaresca y la mala gestión sigue siendo similar a 500 y picos de años atrás.
Menos mal que la eurocopa está cerca y cuando la ganemos se acabarán los problemas. O nuestro carácter latino se inflamará por decimocuarta vez. 

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